Enfermedad ocular tiroidea (TED) u orbitopatía de Graves 

Los pacientes que padecen hipertiroidismo y la orbitopatía de Graves asociada (inflamación de los tejidos circundantes del ojo) pueden mostrar ojos muy saltones, también conocidos como exoftalmo. De hecho, los ojos están demasiado adelantados debido al aumento de tejido blando en la órbita ósea, es decir, músculos extraoculares más gruesos y una mayor cantidad de grasa orbitaria que empujan el ojo hacia adelante. Otro posible signo de la orbitopatía de Graves es una parte visible del blanco del ojo por encima del iris (la parte colorida de nuestros ojos) llamada exposición escleral, provocada por la retracción del párpado superior como consecuencia de la inflamación del músculo elevador que mueve el párpado hacia arriba. También el enrojecimiento de los ojos, la irritación, la sensación de cuerpo extraño y la visión doble son posibles signos de TED. En la etapa inflamatoria los ojos también pueden estar notablemente inflamados y enrojecidos, y la parte nasal del ojo puede mostrar una estructura espesa rosada o roja, que normalmente es apenas visible. Además, el paciente puede experimentar un rápido aumento de las bolsas de los párpados, debido al gran incremento en la grasa orbitaria que sobresale hacia adelante a través de la capa fibrosa orbitaria (tabique) hacia los párpados superiores e inferiores.

Para casi todos estos problemas funcionales y estéticos existen procedimientos médicos y quirúrgicos que en gran parte pueden corregir o enmascarar los cambios experimentados. A continuación, se enumeran las intervenciones más frecuentes, en el orden cronológico más común.

• Descompresión orbital. En este procedimiento, se permite que los ojos retrocedan extrayendo hueso y grasa de la órbita y, como tal, haciendo más espacio en la órbita para que el ojo asuma su posición anatómica.
• Cirugía de estrabismo. La desalineación entre nuestros ojos se llama estrabismo. En la orbitopatía de Graves esto ocurre ya sea primariamente como resultado de un aumento en el grosor de los músculos extraoculares, lo que conduce a un cambio en su movimiento. Y cuando esto ocurre asimétricamente o cuando el paciente, por ejemplo, intenta mirar hacia arriba, se produce diplopía. Cuando el estrabismo no está presente antes de la descompresión orbitaria puede ocurrir después, ya que durante la cirugía de descompresión cambia el contenido y la dinámica de los tejidos orbitarios. Afortunadamente, la cirugía del estrabismo casi siempre puede solucionar esta molesta diplopía. Esta intervención consiste en desplazar uno o más músculos extraoculares del ojo para alinear mejor los ojos y hacer que trabajen juntos como deben.
• Procedimientos de descenso del párpado superior. Existen diversas formas de bajar el párpado de las cuales mencionamos aquí las dos técnicas más comunes. Si la retracción del párpado superior no es grave, puede ser suficiente la extirpación de un pequeño músculo en la parte posterior del párpado, llamado músculo de Müller. En los casos en que la retracción del párpado superior es más severa, el músculo elevador (ver sección sobre Ptosis) que determina predominantemente la posición del párpado superior, y su movimiento hacia arriba, se libera parcial o totalmente de su inserción para permitir que el párpado descienda a una posición más fisiológica.
• Aumento de párpado inferior. Debido al ojo protuberante hacia adelante, el párpado inferior a veces también puede colocarse demasiado bajo. El párpado inferior se puede aumentar liberando el músculo retractor del párpado inferior e insertando una tira de tejido donante o cartílago del propio paciente, para aumentar el volumen del párpado inferior y, como tal, aumentarlo. Intervenciones como cantoplastia y tarsorafia puede ayudar y aumentar aún más el efecto de los procedimientos de realce del párpado inferior para finalmente lograr una rehabilitación satisfactoria funcional y estéticamente agradable.